Escuchar a Dios en el Silencio: Lo que Aprendimos con Ryan Holladay (y lo que Dios sigue diciendo)
- Beto Gudino
- 8 hours ago
- 3 min read
¡Hola familia! Beto y Mili aquí desde Christian Podcast™ Latino.
Primero, para los que no lo conocen: **Ryan Holladay** es un apasionado seguidor de Jesús, ex-pastor y pensador valiente que siempre busca la fe auténtica guiada por el Espíritu Santo, lejos de las rutinas religiosas. Creció en el ministerio en Saddleback Church (hijo del pastor enseñador Tom Holladay y sobrino de Rick Warren), sirvió en varios roles ahí y luego plantó y pastoreó **Lower Manhattan Community Church** en Nueva York por casi una década.
Hace unos años se mudó a Costa Mesa, California, y empezó un grupo de oración único: solo oración, sin currículo, enfocado en **escuchar a Dios**. ¡Ese grupo ha cambiado vidas (incluidas las nuestras aquí en Christian Podcast™)! Es papá de familia, amante de la aventura (¡sí, subió Half Dome con nosotros!) y no tiene miedo de confrontar el cristianismo cómodo en temas como idolatría, nacionalismo y buscar el poder de Dios hoy.
¿Se acuerdan del episodio en inglés con Ryan? Ese que nos dejó con la piel de gallina hablando de idolatría, oración de verdad y el reino de Dios… Pues nosotros no hemos podido dejar de hablar de eso… ¡y Dios tampoco ha dejado de hablarnos!
Hace poquito nos sentamos frente a las cámaras (después de meses grabando podcasts de otros en nuestro nuevo estudio 🔥) y salió esta conversación en español que se siente como una continuación directa del Espíritu Santo.
¿Por qué estamos tan movidos?
Ryan nos contó cómo llegó a “odiar” los grupos de oración típicos: hora y media dando peticiones, 5 minutos orando de verdad, y muchas veces por cosas que ni nos importan de corazón. Y nos desafió: **¿Y si pasáramos más tiempo callados… escuchando?**
Desde esa plática no paramos de experimentar eso. En uno de los grupos de oración con Ryan nos pasamos como 30 minutos en silencio total. ¿Awkward? Al principio sí. Pero luego… Dios habló. A Mili le vino la palabra **“matrimonio”** fuerte al corazón. Y dos días después, leyendo la Biblia, ¡zas! Ahí estaba el texto que compara nuestra relación con Jesús con un matrimonio: intimidad total, fidelidad, celos santos de Dios, regar la planta todos los días.
Jesús solo decía lo que oía del Padre
Ese punto nos voló la cabeza. Jesús no desperdiciaba palabras ni pasos.
- Las hermanas de Lázaro le mandan recado urgente: “Ven, tu amigo está muriendo”.
- Pero Jesús se queda donde está… porque no era lo que estaba oyendo del Padre en ese momento.
- Tres días después llega, Lázaro ya está muerto… y lo resucita. ¡Milagro mayor!
¿Cuántas veces nosotros corremos a “hacer lo bueno” sin preguntar primero: “Padre, ¿esto es lo que Tú estás diciendo ahorita?” El poder de un “no” obediente es enorme cuando viene de un “sí” claro de Dios.
Dios está harto de nuestro “show”
Leímos juntos Isaías 1, Amós, Oseas, Malaquías… el mismo grito de Dios a través de los profetas:
“Estoy cansado de sus sacrificios, de sus fiestas, de sus manos levantadas… ¡si sus manos están llenas de sangre (injusticia, hipocresía)!”
Y luego llega Jon Foreman (Switchfoot) y lo pone en canción con “Instead of a Show”:
“Odio todo tu show y pretensión… Fuera con tu adoración ruidosa… En vez de eso, que fluya justicia como río.”
Nos confrontó duro: ¿Cuántas veces vamos a la iglesia, cantamos fuerte, damos ofrenda… pero salimos y le damos la espalda al que sufre? ¿Cuántas veces nuestra “religión” es puro show?
La buena noticia: Dios quiere purificarnos con fuego
Pero la esperanza es gigante. Aunque Dios confronte, siempre termina con la invitación:
“Vengan, arrepientan, entréguenme su corazón… y aunque sus pecados sean rojos como la sangre, los haré blancos como la nieve.”
Mili lo dijo perfecto: “Pídele a Jesús que mande ese fuego que purifica, que quema lo malo pero no te mata… ese fuego que transforma.”
¿Y ahora qué?
Te dejamos la misma invitación que cerramos en el video:
No necesitas ir a un lugar “sagrado”. No necesitas tener todo en orden.
Ahí donde estás —manejando, en el baño (¡Mili confesó que a veces se esconde ahí para orar!), enojado, desesperado— ábrele la puerta a Jesús.
Dile:
“Señor, aquí estoy como estoy. Tengo hambre de Ti. Háblame. Enséñame. Purifícame. Quiero escucharte como Jesús te escuchaba.”
Porque el que busca… encuentra.
Te amamos, familia. Si este mensaje te movió, comparte el video, déjanos un comentario y suscríbete. ¡Y ve a ver también el episodio en inglés con Ryan! Dos episodios, un mismo Espíritu.
— Beto & Mili
Christian Podcast™ Latino
Más que religión. Solo Jesús. ❤️








